El objetivo del Drenaje Linfático Manual es activar la circulación de la linfa, para que ésta no se estanque ni se sature, y pueda fluir hacia los ganglios regionales superficiales.
La linfa es un líquido acuoso e incoloro, que circula por el sistema linfático transportando glóbulos blancos, también llamados Linfocitos.
Los linfocitos se encargan de dar inmunidad al organismo.
La linfa circula unas cinco o seis veces más lenta que la sangre, circunstancia que determina la lentitud de las maniobras de drenaje.
Las maniobras manuales son muy suaves y siempre indoloras para el paciente. Usando únicamente las manos, sin necesidad de usar gel o aceite.
El número de sesiones variará en función del tipo de patología, pero siempre se realizarán de forma continuada para obtener un mejores resultados.